miércoles, 25 de noviembre de 2009

La obra de Napoleón en Francia.

La obra de Napoleón en Francia

Napoleón encaminó su política interior a consolidar las conquistas revolucionarias y evitar el retorno de la monarquía, aunque sin concesiones a los radicales. Su propósito fue crear un Estado moderno:

- Pacificó la sociedad francesa: permitió el regreso de los exiliados y gobernó apoyándose tanto en personas defensoras del Antiguo Régimen como de la revolución.

- Continuó la política de reformas sociales: concentró la administración en torno a París; inauguró el Banco de Francia; ideó un sistema educativo centralizado y estatal, desde la escuela primaria hasta la universidad; promulgó un código civil, que modernizó y simplificó las leyes; y regularizó las relaciones con la Iglesia mediante la firma de un Concordato con la Santa Sede en 1801.

- Promovió la construcción de numerosos monumentos conmemorativos en París, ciudad a la que intentó convertir en una «nueva Roma». Todas sus reformas fueron acompañadas de la dura represión de sus oponentes y de la imposición de la censura de prensa.

En la época de Napoleón continuó la guerra. Por tierra, Napoleón invadió Italia y se impuso a Prusia y al imperio austriaco. En 1811 el imperio francés alcanzó su mayor extensión. Por mar, la armada inglesa logró el dominio y derrotó a Napoleón en Trafalgar (1805). Napoleón fracasó en sus intentos de invadir Inglaterra y de hundirla económicamente mediante un bloqueo continental.

Napoleón, en algunos de los países conquistados, impuso como soberanos a sus familiares o a jefes de su ejército. La ocupación de estos territorios supuso el fin de las instituciones del Antiguo Régimen: se redactaron constituciones liberales, se establecieron códigos civiles similares al francés y se adoptaron reformas en la Iglesia. Pero la ocupación militar provocó el rechazo popular.

En 1812 comenzaron las dificultades para el ejército francés, cuando Napoleón intentó invadir Rusia. A pesar de lograr tomar Moscú, la falta de suministros le obligó a retirarse. En 1814 fue derrotado también en España y la coalición antifrancesa entró en París.

Napoleón abdicó y se exilió en la isla de Elba, pero volvió a Francia al año siguiente. Retornó al poder durante cien días, pero fue derrotado en Waterloo (1815) definitivamente y deportado a la isla de Santa Elena.
Observa las diferencias existentes entre la Europa de 1812 y la de 1815.

El Consulado (1795-1799)

Tras la ejecución de Robespierre y de otros elementos jacobinos ("montañeses") la revolución se adentró en una fase moderada. Fue redactada una nueva Constitución, la de 1795, y se ensayó la fórmula del Directorio, así denominado porque el poder Ejecutivo quedaba en manos de 5 miembros (directores), en tanto que el Legislativo descansaba en dos Cámaras (Consejo de los Quinientos y el Senado). El hecho más significativo de esta etapa fue la llamada Conjura de los iguales( mayo 1796), impulsada por Babeuf, filósofo utópico que, aprovechando el descontento popular, intento derrocar el gobierno e instaurar un régimen de tipo comunista. Babeuf y sus principales seguidores fueron guillotinados el 27 de mayo de 1797.


Un militar de prestigio, Napoleón Bonaparte, se convirtió durante algún tiempo en el árbitro de la política, hasta que en noviembre de 1799 (brumario) decidió poner fin al sistema mediante un golpe de estado.











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